“Como usted, querido lector, aún habito dos historias en conflicto, una antigua y una nueva. No soy un ser iluminado tratando de guiarlos en un viaje que ya he completado. Eso también es un antiguo modelo, que se desprende de una especie de jerarquía espiritual basada en la concepción lineal de la evolución de la conciencia. En la transición actual, cada uno de nosotros está siendo el pionero de un territorio único de la reunión de todos los seres”
Charles Eisenstein
Frente a la pregunta “¿debería la homosexualidad ser aceptada por la sociedad?”, la cantidad de personas que responden afirmativamente creció en las últimas dos décadas.
Si dividimos esa respuesta por atributos demográficos, las investigaciones sugieren que, entre hombres y mujeres, son estas últimas las que más aceptan la homosexualidad. Ocurre lo mismo con las generaciones más jóvenes.
No me extraña: veo chicas de 20 años fluir con su sexualidad sin tapujos. Se definen con respecto a su orientación sexual como homosexuales, bisexuales, pansexuales, o simplemente no se definen: declaran que están explorando.
Las generaciones más nuevas, aunque de ellas a mí hay poco más de 5 años, probablemente no entienden la oscuridad que rodea al sexo, como yo no entiendo la oscuridad que rodeaba al divorcio en la época de mis padres. Fluyen con muchos menos tabúes — si es que alguno — con respecto a su deseo y atracción.
Gracias a esta exploración de la sexualidad, hay creencias arraigadas que se están cayendo y volviendo a construir. No somos hombres o mujeres y nada más, ni nos gusta lo mismo, ni actuamos según lo típicamente asociado a lo femenino o masculino. Lo que nos enseñaron toda la vida — que a los hombres les gustan las mujeres y son masculinos, y a las mujeres les gustan los hombres y son femeninas — ya no tiene sentido.
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Hoy, todo es una construcción y una performance.
Los componentes de la sexualidad de una persona son varios, e incluyen tanto al sexo biológico (hombre, mujer) y a la orientación sexual (heterosexuales, lesbianas, gays, bisexuales) como a la identidad de género y la expresión de género (relacionados con qué género, o qué tan masculina o femenina siente que es cada persona, y cómo lo manifiesta).
Estos componentes son independientes entre sí. Lisa y llanamente: nacer hombre o mujer (sexo) no determina que te vayan a gustar hombres o mujeres (orientación), ni que te sientas hombre o mujer (identidad), ni que te muestres como hombre o mujer (expresión).
A lo que en un principio eran las siglas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales) se le fueron agregando nuevas letras para visibilizar más orientaciones: otra T de transgénero, otra T de travesti, I de intersexual, A de asexual, y una última que me encanta, la Q de queer, que en algunos casos también quiere decir “questioning” (cuestionando). Al final de cualquier sigla que se use también se suele incluir un “+” para visibilizar que hay más orientaciones. Dependiendo de la fuente, la sigla puede ser simplemente LGBT+ o completarse con combinaciones de letras como LGBTQIA, LGTTBI, LGBTQ y así.
No es necesario saber qué es cada orientación para continuar con la lectura. Lo que importa es que la sexualidad no es algo binario ni absoluto como blanco o negro, sino que es un espectro amplio por el que uno puede ir y venir, cuyos matices se fueron reconociendo y visibilizando con el tiempo.
Habrá que ver qué luz arrojan las nuevas generaciones sobre aquellos temas que nadie quiere hablar. Por lo pronto, quiero dejar constancia de mi lucha. De la luz que yo arrojé sobre mí.
Este es mi proceso. No se apura, ni se demora, ni se termina. Hay partes que hubiera preferido saltear o pausar, pero, como todo ciclo vital, es crucial atravesarlo en todas sus partes por el tiempo que sea necesario.
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Habían comenzado los días
de ir en remera al colegio
tenía 17 años
aún en primavera
no era tan fácil florecer
La noticia corría como rumor:
“dos chicas juntas”
era amor pero estaba mal
volví a casa
buscaba aceptación, complicidad
Éramos dos mujeres a oscuras en la casa
mamá tipeaba en la otra habitación
cada tanto bajaba a la cocina y volvía a subir
“este es mi momento”, pensaba,
pero no
En la tele pasaban Tarzán
captaba frases, diálogos
¿Por qué soy tan diferente?
porque estás cubierto de barro
Agitada como si estuviera corriendo
tomaba aire, abría la boca
la garganta cerrada
lo que quería decir no me salía
Los latidos de mi corazón
el tic tac en la cocina
los hombres que llegarían en cualquier momento
Llamé a mi mejor amiga:
no puedo contarle,
sí podés
va a estar todo bien
corté
Me senté en mi cama
llamé: mamá,
el tipeo no cesaba
¿qué?
no contesté a esa pregunta
Quiero saber lo extraño que soy
siento un algo como nunca sentí
Apareció mamá en el marco de la puerta
está muy oscuro acá
¿te prendo la luz?
quiero contarte algo
¿estás bien?
silencio
es bueno
si fuera bueno no llorarías
estoy enamorada
de una mujer
Su rostro cubierto en lágrimas
mi amor, aplastado, se ahogaba en mí
¿Por que te intimida lo que es diferente a ti?
Protege a la familia, Tarzán
no te les acerques más
Aún en primavera
era muy pronto para ella
Cierra los ojos
olvida lo que ves
¿Qué sientes?